La ex Presidenta del Consejo Nacional Electoral, Adelina Covo Guerrero, llegó para revolcar la arena política de las elecciones del próximo 30 de octubre en lo que tiene que ver con la Alcaldía de Cartagena.
Su propuesta de coalición, en la que estarían los partidos Liberal, Conservador, Cambio Radical y de la U, todos de la Unidad Nacional, ha hecho fruncir el cejo a más de una Concejal, y desestabilizado a más de un candidato; a la ex Magistrada le pesan las sentaderas. Ella quiere llegar fortalecida a un debate que en la praxis política es clara: derrotar a Campo Elías Terán.
Los diferentes candidatos guapean en público, no le temen al locutor; pero en privado la cobardía es latente, es al de derrotar.
Por otra parte está el poder económico (léase eufemísticamente) de la candidata de Cambio Radical. Las dinámicas políticas de Cartagena siguen siendo las mismas, voto por plata. Con recursos el cabildeo es más factible y no estamos viviendo la misma coyuntura política de las elecciones pasadas donde el electorado se movilizó en contra de una figura que polarizó el debate: Nicolás Curí. Amigo y protegido del locutor antes mencionado, paradójicamente.
Así mismo, los procesos cívicos abundan; los políticos serios también. La firmatón está de moda. Por la pasarela está el audaz Dionisio Vélez Trujillo, un tipo estructurado, serio e independiente, que aplicará la formula “mariamulatera”: me quemo, me quemo, gano. Tiene el músculo económico para hacerlo, está en todo su derecho. Silvana Giaimo también desfila con su conocido ejercito recolector de firmas, un salvavidas a un eventual no de la U para su aval.
Los Verdes, en una pantomima ridícula, quieren seguir vigentes a través de un “Acuerdo del Progreso” para determinar a quién entregan su ponderado Sello Verde, una marca que dista de lo que fue la Ola Verde de las presidenciales. Un acuerdo según ellos, axioma de pulcritud y dignidad; pero abstracta. Allí, Giaimo y Vélez, serían bien recibidos. Mendez
¿Qué es lo que quiere Adelina Covo? Una propuesta que no es traída de los cabellos; pretenciosa sí, pero políticamente lógica. Cerrar filas en contra de los ríos de dinero y el populacherismo ramplón. Le haría el favor a Vélez Trujillo en su fórmula y nos ahorraría la andanada de candidatos que pululan. Sí, en este tipo de elecciones locales unipersonales tener opciones es positivo pero a su vez políticamente inconveniente por la debilidad institucional con la que contaría un candidato al llegar a la Aduana sin la solidez requerida. Insisto, la política es pragmática, mirarla con los lentes del idealismo sería engañarnos.
No obstante, ¿cómo garantizará la Dra. Adelina, en su intrépida propuesta, que el cacicazgo politiquero inmerso dentro de esa eventual Coalición distrital –hoy huérfana del poder, incluido un probo político bolivarense de apellido Cáceres- no tomará una vez más las riendas del clientelismo y la corrupción, y nos dejará como al principio, allá, en el 2005, cuando otros huérfanos de nuevo cuño se inventaron el Voto en Blanco?
No le parece Dra. Covo, que antes de socializar su atractiva propuesta, debería comenzar por explicar lo anterior y evitar la retórica genérica del “lo sabremos manejar”.
Adenda: Rechazo total a las declaraciones del locutor Álvaro Anaya de Emisora Fuentes. Palabras abiertamente homofóbicas e irrespetuosas en contra de la participación de Caribe Afirmativo y los colectivos LGBTI en el Festival Mucho Más Mayo al que catalogó de Mucho Más Plata
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