lunes, 2 de enero de 2012

El Hipster cartagenero


Cuando todos pensamos que el hippismo había desaparecido, llegó el poeta bohemio de nuevo cuño, el encantador de bobas fanáticas de música que no se escucha en Radio Tiempo, un “intelectualoide” picado de revolucionario asiduo de la Plaza San Diego,  pero que toma coca – cola y usa Converse con mochila: El Hipster cartagenero.

El Hipster es un engendro cultural  inspirado en aquellos jazzistas de los 40s, negros de vida lóbrega y sórdida, de actitud relajada y humor socarrón, amantes del buen sexo y la pobreza auto impuesta.

Si buscan artículos sobre el tema, encontrarán que el Hipster global es algo así como una Tercera vía en política. Una opción alterna que no es de izquierda ni derecha, en la que se acepta lo privado pero con el control del Estado. Éste es un neo hippie más play, amante de las tecnologías y las redes sociales,  que convive con el capitalismo salvaje y trata de ceñirse  los vestidos de la globalización (termino que odia).

Contrario al global, el Hipster cartagenero o joven universitario en condición de auto reconocimiento,  comienza a emular conductas y halla en lo Hipster la mejor manera de ir a la vanguardia de las ideas, se las tira de liberal y progresista (aunque no conozca la concepción primigenia de estos conceptos) y va en contravía a la cultura dominante que suele ser igual de patética a la que trata de imitar. Odia las modas y dice ser "clásico"; empero toma prestadas "maricaditas" mediáticas. Es por ello que todo lo alternativo le seduce sin desdeñar su cultura popular,  por eso tampoco hace parte de la comunidad “bohemia”. Es decir, el Hipster cartagenero escucha champeta, pero moderadamente, aunque luego reniegue y pida terapia africana.

Al Hipster cartagenero, ridículo en alguna de sus formas,  no le gusta García Márquez por ser demasiado comercial; dice ser un lector empedernido de obras casi anónimas; pero lee los mismos clásicos que mandan en el bachillerato. Se cree poeta y publica sus versos empalagosos cargados del más fino cliché en facebook o en un blog que por lo general tiene un título underground.

Toca guitarra, es fotógrafo, escucha música de Sabina y toda aquella generación dorada del rock argentino. Los más rebeldes escuchan reggae y reniegan del reggaetón aunque lo bailen en antros propios para el “sandungueo” que obtienen después de enamorar a alguna primípara cantando un desafinado Lamento Boliviano, retratándola en las murallas con una Canon profesional y dedicando la más cursi de Cultura Profética. 

El Hipster cartagenero, es asiduo de Karamairi Guía-cultural en facebook, le gusta la cuentearía, los recitales poéticos y tiene un cine club en la Universidad de Cartagena al que van cinco gatos por semana. Usa camisetas del Che Guevara aunque nunca sepa por qué el mote de Che.

Es del gusto de las mujeres bohemias porque se las tira de interesante oráculo de la cultura y las letras romanticonas. Flaco de cabellos despeinados,  harapos modestos y tufo a vino del más barato. Comunista por conveniencia cuando la fémina le sale mamerta,  por eso no deja de leer fragmentos de El Capital de Marx, por si acaso.

Si usted amigo lector, cree que tiene alguna de las características de este empalagoso hippie del siglo XXI, no me odie; persista en su impostura, cómprese unas gafas con marco plástico Ray ban, sandalias trespuntá, mochila, una caja de vino moscatel;  lleve un libro viejo debajo del brazo de un autor de El Grupo de Barranquilla e invite a sus amigos a entonar De Música Ligera en la Plaza San Diego, no vaya a ser que termine tomándose fotos en Shots By Chupitos, mientras escucha “En lo oscuro” de J Balvin con un trago de tequilla en la derecha y “pinenado” con el pulgar de la izquierda; sería irónico. 




6 comentarios:

  1. Buenas Noches. Muy interesante su artículo. Excelente redacción. Sin embargo, es un poco incoherente criticar a la generación hipster cartagenera, teniendo en cuenta que en su mayoría está conformada por nacidos en los 90 y finales de los 80. Viendo su perfil de fb, he notado que es del 83. Una generación anterior. Es como si un hipster descalificara asiduamente estilos de vida propios de una generación a la que no pertenece. Y sencillo, si no le gusta ver las calles impregnadas de la mierda que producen los hipster, no los mire, no los escuche, ignórelos, incluso a los que se desenvuelven en su medio udeceista de comunicador social y, si en definitiva esto no funciona y no puede tener una vista más tranquila, busque un lugar con gente normal como usted. Ahora bien, no esperaré que deje mi comentario pro hipster en su hermosa primera entrada del año, bien pueda y bórrelo si le da la gana. Saludos.

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  2. ¿Y? El intento de tono despectivo de tu nota sólo revela el profundo resentimiento que les tienes. Una pequeña cosita llamada libertad de expresión es lo que hace que ellos puedan apegarse a un estilo determinado y te permita a ti rajar de ellos. Déjalo ser y mira para otro lado.

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  3. Excelente Nana, gracias por tu comentario.

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  4. Pues dejame decirte que al leer entre lineas solo imaginaba a un sujeto....super chevere!
    att: Aguila 1

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  5. Dejame decirte que al leer entre lineas en mi mente se dibujaba a un sujeto...

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  6. Yo conozco un montón así, un montón te digo.
    Lo más curioso es que los hijuemadres están en todas las carreras y se las tiran de "revolucionarios": son los que "van a las marchas", las organizan, les hacen propaganda... Y todos, tienen una cuenta en facebook en la que pasan todo el bendito día.
    Yo decía que eran unos idiotas, pero lo de hipster creo que cobija eso y un poco más.
    Un abrazo

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